La generación de energía eléctrica, y en mayor medida el consumo, resultan de especial interés en tanto pueden utilizarse para aproximar las posibilidades productivas y el nivel de actividad económica de un país. En términos de generación de energía eléctrica, según datos del INDEC en el mes de septiembre de 2018, el total autogenerado[1] aumentó un 8,3%, como consecuencia de que la energía despachada al Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) observó una baja de 42,6% y la destinada para autoconsumo verificó un aumento de 2,3%, en comparación con el mismo mes del año anterior. Para el caso de la cogeneración[2], en septiembre la energía total observó una disminución interanual de 8,4%, como consecuencia de que la despachada al MEM mostró un baja de 13,7% y la destinada para autoconsumo verificó una suba de 3,2%. Por el lado del consumo, según la Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica de la República Argentina (ADEERA), la demanda de energía en el país disminuyó en enero de 2019 un 5,59% en relación al mismo mes de 2018. Por otro lado, si se desagrega la demanda según la categoría tarifaria -que divide a los usuarios según el consumo-, se observa que las menores disminuciones relativas se dieron en los usuarios con menores consumos (no residenciales con consumos inferiores a 300 kW/h). [1]El autogenerador produce energía eléctrica como producto secundario, siendo su propósito principal la producción de bienes y/o servicios. [2]En el caso del cogenerador, la producción energética se desarrolla conjuntamente con la actividad principal.