Lo más destacado del mes fue el derrumbe de la confianza del consumidor, reflejo de la creciente preocupación por la economía. No queda claro si la desconfianza responde a dudas sobre las políticas de Milei o al temor de un regreso de políticas previas.
Además, se observa un freno en la industria nacional. Para entenderlo, hay que mirar más allá: si la caída es solo en Argentina, responde a políticas locales; si es global, las causas pueden estar en factores internacionales como la guerra comercial EE.UU.–China.